8 de abril de 2010

Segunda Novatada

Existe un fenómeno que creo que todos experimentamos cuando un nuevo bebé llega a nuestra casa: “la segunda novatada”. Este fenómeno tiene que ver con sentirnos padres primerizos otra vez; porque lo que vivimos y experimentamos con nuestro primer hijo se convierte en un conocimiento básico y comenzamos a vivir nuevas e incomparables emociones en esta etapa.

Creo que la “segunda novatada” se presenta cuando experimentamos realmente el hecho de que Dios nos hace a cada uno de manera distinta, aunque nuestra tendencia mayor es hacernos las famosas preguntas: ¿A quién se parece? ¿Será igualito a mamá/papá? Pero estas preguntas nos confrontan con la verdad de que Dios hizo a nuestro segundo bebé un ser especial, incomparable a otro. Esto nos lleva a romper toda estructura y forma de crianza anteriormente construida y nos mueve a aprender que como padres, tenemos que desarrollar el hábito de depender de Dios en la crianza de cada uno de nuestros hijos de manera individual y a disponernos a conocer al recién llegado sin comparaciones.

A través de esta columna te animo a que tu “segunda novatada” te acerque a Dios, a Su dependencia; que te motive a amar más que incondicionalmente, a renunciar en respuesta a ese amor y que te desafíe a vivir cada momento con tus hijos, no en una continua queja o comparación, sino en una continua expectativa en la que en tu corazón puedas preguntarle al Señor: ¿cómo lo vas a hacer? y que le digas a tu recién nacido: Bienvenido, te esperábamos, te deseamos, caminemos juntos, te quiero conocer...

Por: Sheila López

0 comentarios:

Publicar un comentario